martes, 12 de noviembre de 2013

Entrevista a Roberto Flores, Director de Cazando Luciérnagas: Un vistazo "al otro cine" que se hace en Colombia.



 


Muchos siempre me dicen que el cine nacional les da "pereza", que para ver "tanta bala y tetas" prefieren no perder el tiempo, o simplemente "prender los canales nacionales para ver eso en una novela". Cuan equivocados están, cuan ciegos por voluntad han querido estar... Quienes dicen esto se han perdido de una nueva ola de cine nacional que ha despuntado en los
últimos años con brillantez gracias al análisis de problemas de nuestra sociedad desde otra perspectiva ("La Sombra del Caminante", "Roa", entre otras películas),  o bien sea con el acercamiento a problemas intímos, las denominadas 'historias mínimas', que plantean procesos de crecimiento individual de personajes en los contextos mágicos que nos regala nuestra Colombia ("Los Viajes del Viento", "El Vuelco del Cangrejo", "Sofía y el Terco", etc.).
 

Bueno, "Cazando Luciérnagas" corresponde al último grupo descrito, pues se centra en la historia de un personaje absolutamente ermitaño, del cual se desprenden una serie de evoluciones personales a través de sentimientos universales que nos guían por una historia sencilla, linda, desprendida de cualquier grandilocuencia. Una historia de tres personajes, donde uno de ellos es un perro, donde la dirección es sútil y las actuaciones transmiten más que películas con mil actores en escena.

Esas películas son como luciérnagas, que para verlas hay que estar dispuestos a abrir bien los ojos, respirar sin prisa, sentándose con pausa a desprenderse de todos las predisposiciones que nos ha cultivado una industria que generalmente nos trae más productos que historias.

A continuación les presento una entrevista que hice a Roberto Flores, Director de Cazando Luciérnagas, en donde hablamos de la película y de paso hicimos un vistazo al momento del cine colombiano, haciendo gran hincapié en lo que representa hacer una película de éste corte en medio de un contexto acostumbrado a otro tipo de cine.





Sinopsis 'Cazando Luciérnagas': "Manrique es el encargado de vigilar una mina de sal abandonada en un lugar recóndito del Caribe colombiano. En este trabajo ha encontrado el pretexto para aislarse de un mundo que no le interesa. Sin embargo, la aparición insólita de una perra de raza a la que le gusta cazar luciérnagas en la oscuridad y la llegada inesperada de Valeria, una hija de trece años de edad cuya existencia no conocía, le darán a este solitario hombre una oportunidad para recuperar la alegría de vivir". 


¿En qué o quién fue inspirado el personaje principal, el de Manrique? ¿Por qué Marlon Moreno fue el escogido para representarlo?

Roberto Flores: El personaje no está inspirado en nadie en particular, sino más bien en un tipo de ser humano que a mi guionista, Carlos Franco, y a mí nos apasiona: aquel que se encuentra solo en medio de un mundo híper habitado, que no encuentra nunca las palabras adecuadas, que tiene dificultades para sobrellevar el mundo que le ha tocado habitar pero, sin embargo, descubre el camino para redimirse y rescatar su propia humanidad.

Marlon Moreno es, para mí, el mejor actor de la mejor generación de actores colombianos. Conocía sus enormes capacidades actorales y era consciente de que sus propias vivencias como padre enriquecerían el personaje. Además, es una persona de retos y yo sabía que él le entregaría todo y más a la película. Marlon nunca guarda nada, lo entrega todo de manera generosa y profesional cuando trabaja.


La película explora una serie de sentimientos universales, desprendida de la interacción de Valeria y Manrique: ¿cómo fue dirigir una película en donde la carga dramática la tienen tan sólo dos personajes, dando a la final un resultado tan valioso como lo es la película?

Roberto Flores: Fue un reto tremendo y debo decir que en algunos momentos del rodaje llegue a pensar: “¿Lo estaremos logrando?”. Creo que lo peor que le puede pasar a una pieza cinematográfica es quedarse a mitad de camino. Es decir, carecer de personalidad. No jugársela por nada. Si quieres hacer una película mainstream, de género, que haga taquilla, hazlo. Si deseas construir un relato íntimo, minimalista, llévalo hasta el final. Pero apuéstale a algo. Respeto las piezas audiovisuales que salen a luchar por algo, en cualquier arena y lo hacen coherentemente. No hay nada más triste que una película que no le inspire nada, a nadie, en ningún circuito, ni artístico ni comercial.


 (Foto: Roberto Flores, director Cazando Luciérnagas)



Como cineasta (a nivel de producción y creativo), ¿cuáles son las enseñanzas que deja el bagaje de rodar una película como Cazando Luciérnagas en medio de una industria cinematográfica como la colombiana?

Roberto Flores: No lo puedo asegurar porque no he rodado en ningún otro país, pero sospecho que las enseñanzas que me está dejando este proceso en Colombia son las mismas que me hubiera dejado un proceso similar en cualquier lugar del mundo. Cuando uno habla con directores y productores de otros países, se da cuenta de que el panorama no es tan distinto al nuestro, en ninguna parte. 

El cine o más bien, las dinámicas de consumo del cine están cambiando a velocidades increíbles, en algunos casos para bien y en otros no tanto, como todo. Si queremos continuar en esto, con integridad e independencia, debemos intentar comprender el espíritu de nuestros tiempos. La sala comercial de exhibición es hoy un espacio, en general, dedicado a la proyección de fantasías tecnológicas rimbombantes. Quienes queremos hacer otra cosa tenemos que buscar la manera de acceder a nichos transnacionales que establezcan un diálogo estético con nosotros y le den viabilidad financiera a nuestras búsquedas.

¿Cuál es la lectura que hace de la situación actual del cine en Colombia para que películas como Cazando Luciérnagas, alejadas radicalmente de los caminos típicos que siempre ha involucrado el cine local (humor, escenas con contenido sexual, violencia...), estén teniendo mayor preponderancia en la producción local?

Roberto Flores: Una de las asignaturas más reprobadas por nuestra débil y naciente industria, es la de la promoción. La gran mayoría de los colombianos continúa convencido, aunque ya no es así, de que las películas colombianas le apuestan siempre a lo mismo. Si hacemos un escaneo rápido por los títulos de los últimos años, vamos a encontrar que hay de todo, pero eso no se sabe y por supuesto, no se dice. En todo caso, pienso que el problema de nuestro cine no son los temas sino las miradas y en eso estamos trabajando. 

Personalmente me siento muy orgulloso del trabajo de muchos de mis colegas y creo que seguiremos mejorando, a todos los niveles, si logramos sortear los escollos que en este momento enrarecen un poco el ambiente en torno a nuestro cine y que tienen que ver, por supuesto, con la relación público/película.


¿Qué ha cambiado para que tengan más espacio estas películas que apuestan a fórmulas distintas a las más habituales de la producción local?

Roberto Flores: Creo que es una búsqueda muy loable la de cualquier ser humano que pretenda entretener a sus congéneres. Divertirlos. El problema es que también me parece necesario que conmovamos, confrontemos, incomodemos o estimulemos intelectualmente a nuestros pares. Sin embargo, en la actual “sociedad de la entretención”, intentar relacionarse con los demás a otro nivel es a veces motivo de furia o por lo menos, de rechazo. 

Afortunadamente existe gente que quiere ver, sentir y reflexionar en torno a otras cosas, y son ellos los que han abierto la puerta para que esas miradas diferentes hagan presencia en nuestro cine.

En general, ¿cuáles son las expectativas de la película a nivel de Festivales Internacionales y recaudación local e internacional?

Roberto Flores: La película ha sido muy bien recibida por los festivales y la crítica internacional. Gramado, Chicago, Roma, Huelva y Ginebra (Suiza) nos han seleccionado y la lista, parece, seguirá creciendo. La crítica nacional ha sido prácticamente unánime y nos ha reseñado con generosa dedicación y seriedad. Con los números de la taquilla nacional, soy realista. El asunto no es fácil y ese es un acertijo que toca seguir descifrando.

Roberto Flores Prieto


Graduado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba, la obra reciente del director Roberto Flores Prieto incluye el largometraje ‘Heridas’, seleccionado en Rio de Janeiro en 2008; y el documental ‘La hija de la luz’, ganador del DocTV Colombia 2009 y nominado a los premios India Catalina de Cartagena de Indias en la categoría documental.

Dirigió Cazando Luciérnagas (2013) así como Ruido Rosa (2014), ambos largometrajes ganadores del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico en Colombiano en 2010 y 2019 respectivamente. Actualmente dirige el programa de televisión para niños Waldo y Los Numerolocos producido por el canal señal colombia y la Fundación Universidad del Norte de Barramquilla. El Paraíso y Tan Lejos Como Puedas, son dos de sus más recientes proyectos de largometraje en desarrollo.




NOTA: Muy recomendada la canción "No hay soledad" de La Margarita y que es utilizada como soundtrack en la película. No la encontré en Youtube, pero al abrir la página de la película suena inmediatamente.



viernes, 4 de octubre de 2013

La infidelidad a ocho bandas: Los Infieles (Les infidèles)


¿“Carpe diem quam minimum credula postero”?

¿Qué es la infidelidad, una ausencia?

¿Qué es la infidelidad, una oportunidad?

¿Qué es la infidelidad, una mala excusa?

¿Qué es la infidelidad, una serie de palabras bien hiladas en la mano izquierda y una serie de mentiras bien dichas en la mano derecha?

¿Qué es la infidelidad?

Las pistas no son lo mismo que las evidencias.


El grupo de apoyo de Infieles Anónimos, sin duda una de las historias más divertidas de la película.
La inconciencia implícita en la lujuria domina un rompecabezas de clips que parecen a priori individuales, pero que en la suma desmenuzan sin temor alguno lo que es la infidelidad desde los ojos de un hombre, de muchos hombres, de una esencia tan frágil como primaria.

Ese rompecabezas se llama 'Los Infieles' ("Les infidèles", en su nombre original, o "The Players", como llegó a Estados Unidos) , una película francesa dirigida por 8 directores, uno por cada mini historia que se nos muestra, y protagonizada en una notable actuación por la dupleta compuesta por el reconocido protagonista de 'El Artista', Jean Dujardin, y Gilles Lellouche.

Tal vez la faceta más destacable de la película es su ejecución de guión, que logra abordar los clichés de la infidelidad, que no son clichés sino realidad misma, ese chiste obvio que no es tan obvio pues todos lo hemos visto, o mejor/peor aún, todos lo hemos vivido.

La banda sonora de ‘Los Infieles’ es la justa. Muchas canciones suenan a la par de esos clichés que no lo son tanto y que uno entiende totalmente porque representan el alma del momento. Otras canciones son simplemente bien escogidas, como ‘Have love will travel’ de The Sonics, o ‘Ma Quale Idea’ de Pino D’ Angiò.
 


Lo triste y gracioso es que cuando se prenden las luces del cine, o durante la trama, se reconocen las situaciones mostradas en escenas, por patéticas que sean, bien siendo estas espejos de historias que hayamos vivido o nos hayan contado. Claro esta, desde una mirada absolutamente masculina.

A la final el balance es de risas y muchos momentos incómodos (de los inteligentes), producidos adrede para transgredir la pantalla y agredir un poco al espectador. También se da un derroche de escenas explicitas que tapan diálogos que van cambiando de a poco el rumbo de cada historia: una tensión entre la provocación de personajes bizarros pero comunes, que logran crear conexión e identificación con el público.

En conclusión vemos una exposición de sentimientos, culpas, arrepentimientos, nostalgias, dolores y mucho “carpe diem”. Pero todo “carpe diem” trae una reacción, C’est la vie.

NOTA: El final es una "guarrada" absoluta, la conclusión más descabellada y cómica (aunque sé que para muchos pueda quedarse tan sólo en "desagradable) que pudieron haber inventado. Es más, la película puede ser juzgada con crudeza y verse ésta como la bitácora de un par de 'playboys' empedernidos, pero creo que con una pieza como esta, donde se arriesga a proponer un cine fuera de la estructuras narrativas comunes por el 'puzzle' de historias que desarrolla, y que además se planta en profundos dilemas emocionales aunque vistos con una superficialidad aparente

miércoles, 2 de octubre de 2013

BLUE JASMINE

Por: Carlos E. Ramos

No es fácil ver como una persona se desmorona, y menos después de hacer parte de la socialité new yorkina. BLUE JASMINE es la más reciente película de Woody Allen que será  estrenada en las salas de cine colombiano el próximo 18 de octubre de 2013.


El film comienza con una de las piezas de música más hermosas de la historia del jazz, Blue Moon, que arropa gran parte de las escenas del film, permitiendo recrear los maravillosos personajes de los Hamptons y de su vida suntuosa y vana.

Jasmine  (Cate Blanchet) y Hal (Alec Baldwin) tienen aparentemente un matrimonio extraordinario, hasta que por obra del destino, Hal, después de consecutivas infidelidades decide quedarse con unas de sus amantes, y entonces todo cambia. 

Después del descalabro matrimonial y económico, a Jasmine no le queda otra opción que recurrir a su única hermana Ginger (Sally Hawkins) en San Francisco, donde la cosa es completamente diferente.

Woody Allen, estrena de una manera excepcional, después de pasearse por algunas ciudades europeas como París, Roma y Barcelona, vuelve de nuevo al paisaje norte americano tomando escena en New York y San Francisco. El director tiene la habilidad de tornear el rumbo constantemente, permitiendo crear una película impredecible y entretenida que mantiene nuestros sentidos atentos al cambio de carácter de los sucesos, sin salirse de una línea armónica de eventos.

La esencia de la película toca temas bastante controversiales de la sociedad norte americana del Siglo XXI, como la evolución de familias disfuncionales, la diferencia de clases al interior de una sociedad capitalista, el perfil de los políticos de Washington, la estrategia en el lavado de activos, entre otros.

La actuación de Blanchet es arrolladora, su versatilidad y madurez en escena permiten la creación de un personaje impecable a tono con todas las variaciones de los acontecimientos. Su Charme innato le da fuerza y luz a Jasmine, a tal punto que es difícil concebir a este personaje dramatizado por otra actriz.

La apreciación hacia el séptimo arte está llena de subjetividades, y por ello recaigo compartiéndoles que desde hacía mucho tiempo no sentía una explosión de emociones extraordinaria, con un tema que es tan engañosamente básico. Es una película que infinitamente les recomiendo y por lo tanto no se pueden perder.






miércoles, 25 de septiembre de 2013

Entrevista con Ruben Alves y su experiencia como Director

Ruben es una persona agradable que trasmite justo el mismo mensaje que se puede ver en la película: sencillez y honestidad. Me impactó su madurez como director y la forma en que logra trasmitir la emoción que siente hacia la película y el resultado positivo que ha tenido con el público. Y no fue fácil ya que hasta ahora estoy retomando mis clases de francés y el español no es su lengua materna, pero igual logré captar la emoción expresada en cada respuesta y puedo ver un  futuro lleno de éxitos de taquilla que le permitirán continuar llevando un mensaje universal a las personas, creando un espacio para hacer un alto en el camino y disfrutar unos minutos de buen cine.

Por: Eva María Pinto
@evamapi

1.       ¿Cómo fue la experiencia de ser director por primera vez?

Fue una experiencia tranquila, no quería tener una producción enorme. Fue más sencilla,  hecha con el corazón, con una sinceridad absoluta pero cargada de mucha emoción ya que este film es un homenaje a mis padres que vinieron de Portugal a Francia también en busca de un futuro mejor para nosotros. Para ellos esta película fue toda una sorpresa, ver su vida reflejada en el cine fue asombroso, por eso, el tema de esta película es muy personal.

2.       ¿Porqué escoger el género de la comedia?

Me gusta la comedia. Pienso que a través de la comedia se pueden comunicar mensajes más profundos de una forma más fácil, justo en ese momento cuando haces sonreír a las personas. El tema de la inmigración es un tema muy emocional, pero entre risas se logra trasmitir mejor, se vuelve más humano y por lo tanto más real. Hay varias formas de ver y sentir esta película, hay quienes se llevan sólo los momentos de risas y hay quienes se llevan también el mensaje emocional, es a través de la comedia que se puede trasmitir este mensaje de una forma más cercana.  

3.       ¿Cuál fue el reto más grande como director?

El reto fue hacer una película francesa con actores que en su mayoría no son reconocidos en Francia,  aunque cada uno tiene su trayectoria en Portugal o en Estados Unidos, no son tan conocidos. Quería trasmitir el mensaje de autenticidad, sin embargo, no fue tan fácil convencer a los productores que son los encargados de preocuparse por el aspecto económico. Buscaba actores muy humanos, actores portugueses, y el reto fue precisamente ese, construir una familia universal.  A todos los actores les gustó mucho el guión y la historia que contaba, los cautivó.

4.       ¿En qué momento se iba a llamar La Jaula de Oro?

Desde que empecé a escribir el guión hasta que se filmó y se lanzó oficialmente la película fueron tres años y medio. Al principio, la película se iba a llamar la Jaula de Oro, esta expresión refleja la contradicción que a veces existe entre las personas adineradas que no son felices y las personas que no tienen el mismo poder adquisitivo y son muy felices. Sin embargo, esta expresión se entiende más en Portugal, así que buscamos otro nombre más global.

5.       ¿Cuál es el siguiente paso en su carrera?

Como actor viene el lanzamiento de una película sobre la vida de Yves Saint Laurent en dónde participo, que se estrenará al inicio del 2014. Y como realizador estoy analizando muchos proyectos, pero lo que verdaderamente quiero es escribir la próxima historia al igual que ésta. Tengo muchas historias que contar y precisamente durante el rodaje surgió una idea que anda rondando en mi cabeza. Lo más seguro es que siga en este género de comedia, esta forma de ver la vida que hace sonreír a las personas me gusta mucho.

6.       ¿Porqué ir a ver esta película?

Portugal, mon amour es una historia de amor de familia, es sencilla, una historia simple, con valores y humanidad que quizás se han perdido un poco cada vez más con la globalización. Es una historia que hace muy bien al alma. Presenta la condición de las personas inmigrantes que luchan por que sus hijos tengan una vida mejor, dónde el amor, la autenticidad y los valores alegran el corazón. Esta película es muy humana, sin pretensión alguna.

Portugal, mon amour (La Cage Dorée)

Estreno en Colombia: 4 de Octubre




Por: Eva María Pinto
@evamapi

El cine francés siempre me ha llamado la atención y aunque acepto que a veces algunas películas resultan demasiado lentas para mi gusto, existen ocasiones en que veo una que me llega al alma y la incluyo en mi lista de películas que toca comprar para verlas en la casa más de una vez, en compañía de la familia o alguien especial en un día en que tengamos ganas de sonreírle a la vida.

Esto me pasó recientemente cuando vi Portugal, mon amour. Una comedia que presenta una historia sencilla de una familia y de su cotidianidad, que es justo lo que la hace especial. Los Ribero, son una pareja de esposos que llegaron a Francia de Portugal buscando un futuro mejor para sus dos hijos. Se establecen en Paris y llevan viviendo casi 30 años en la planta baja del Edifico Haussman, la esposa cuida el edifico y su esposo es un capataz muy trabajador.


En un día cualquiera reciben una carta dónde les comunican que en Portugal los espera una casa, una fortuna y una vida extraordinaria debido a una herencia. Es entonces cuando deben tomar la decisión de dejar la vida que tienen en Paris y ver el regreso a su país natal como una determinación que les cambiará la vida no solo a ellos sino a todos los personajes que se han convertido en su familia en el día a día.

Es así como inicia la aventura donde sus seres queridos quienes no quieren que se vayan, hacen hasta lo imposible para retenerlos. Vemos  también cómo  en medio de la rutina el amor familiar prevalece a cada circunstancia, logrando hacernos sentir parte de su vida durante los 90 minutos que dura la película.

Personajes auténticos, que resultan cercanos y la dinámica de una verdadera familia son el resultado de este grupo de actores que a través de escenas cotidianas logran hacernos reír y ver el tema de la inmigración a Francia desde una perspectiva real que apela a las emociones y a nuestros propios valores.

Con esta película dirigida para toda la familia se garantiza no sólo pasar un buen rato sino disfrutar de un diálogo bien estructurado, donde ninguna escena sucede al azar aunque lo parezca y dónde la sencillez de una buena historia bien desarrollada se evidencia. No es una comedia que se ve fácilmente en las películas, así que vale la pena aprovecharla, disfrutarla y dejarse llevar por el momento.

Ruben Alves, no sólo dirigió la película sino que también escribió el guión, garantizando la autenticidad de la historia que quería contar  a través de personajes y situaciones donde fácilmente nos podemos ver reflejados de alguna manera. Como resultado consiguió un largometraje que hace homenaje a la vida de sus padres quienes también vinieron a Francia en la época de la inmigración en busca de un mañana más amigable para su familia.


Mi parte favorita es casi hacia el final,  la escena donde aparece el fado (música representativa portuguesa que surgió en la época dónde los hombres viajaban a conquistar el mundo y las mujeres quedaban solas lamentándose por sus maridos), cuya letra expresa el sentimiento de esa persona como una plegaria a Dios donde le dice que podría morir de cualquier forma y en cualquier sitio, pero que por favor le conceda morir donde nació, en Portugal.

La música, el sentimiento y la secuencia de esta parte traen consigo una nostalgia que representa el punto de desenlace de las historias que se han desarrollado con cada uno de los miembros de la familia y abre paso al gran final, confirmando una vez más que llega ese instante donde cada pieza del camino recorrido se acomoda de tal forma que da paso a la felicidad en el momento perfecto.

Esta película hace parte del 12 Festival de Cine Francés que se realiza en diferentes ciudades del país, la programación la pueden consultar en el siguiente enlace: 12 Festival de Cine Francés




viernes, 6 de septiembre de 2013

"Searching for Sugar Man" (Hey Rodríguez, now here's a Cold Fact to you...)



En épocas donde el Shazam reina, el producto se caza en tiempo real. Todos los registros de descargas online se rompen mientras Katy Perry o Justin Timberlake cantan (o doblan, qué sé yo) su nueva canción amparada en una disquera de chequera larga; entre más larga es la chequera y el lobby, más larga es la presentación en vivo por el canal que dispara a un target que “after Shazam, download it” .

No hay mejor plataforma para mercadear un producto que una gala de algún premio. Las buenas películas se quedan muchas veces en el olvido de unos pocos, las premiadas le dan la vuelta al mundo, pues “porque se ganó el Oscar hay que verla”.
También hay que tener en cuenta y subrayarlo tan seguido como se pueda que un premio, por más bombo que tenga, no indica una verdad siempre.

Ganó el BAFTA, ganó en Sundance, ganó el Oscar, y le sigue dando la vuelta al mundo así haya sido lanzada en 2012: “Searching for Sugar Man” es su nombre.

La ganadora de la estatuilla más famosa da la industria del cine arranca vendiéndonos una mentira, un in crescendo absurdo y tal vez innecesario, hasta mentiroso puede ser, pero efectivo para enganchar al espectador con un tal Sixto Rodríguez, un supuesto “vagabundo” (que más tarde pasa a ser un obrero común) que grabó dos discos.

Rápidamente este in crescendo es reforzado por un par de ”autoridades” del mundo de la música norteamericana, que lo catalogan como uno de los artistas más significativos que tuvieron en sus manos. Lo comparan con Michael Jackson, lo ponen en un altar de elogios, pero resulta que Rodríguez nunca vendió. Sus dos discos Cold Fact (1970) y Coming from Reality (1971) son bocanadas de muy buena música, gemas perdidas en medio e una industria avara, a la cual se le pone cara con Clarence Avant, en mitad de una década marcada por el sello Motown (el cual manejaba Avant) y la forma de hacer industria antes que música que esta casa disquera imponía.

(Motown, Motown, Motown… los mismos que hacían pegar la canción que fuese, así fuera grabándola primero como pop, después como R&B, después como balada, siempre con un artista distinto, dejando intervalos de tiempo según el mercado “lo pidiera”).

Dos discazos, grabó el buen Rodríguez pero nunca logró trascender en el mercado, ni vender, ni nada.

El sentimiento de que en esta película se nos está vendiendo un producto, y no un producto cinematográfico como tal, es constante. Se nos vende a Rodríguez, como el “Jesús” mismo de Sudáfrica, como un “Jesús” que debemos escuchar porque, como la película nos señala, hemos sido injustos con él, la industria ha sido injusta con él, como el documental mismos nos vuelve a señalar, “este Jesús”, “es más grande incluso que Bob Dylan”, porque, si, otra vez nos lo señala la película, “Rodríguez tiene una voz más limpia” que el buen Bob.

También se nos vende una historia. Un guión repleto de espectacularidad cinematográfica amparada en “la búsqueda” que hace un “detective”-periodista desde Estados Unidos motivado por una reseña en el librillo de un cd de Rodríguez, el cual escribió un fan del “Jesús desconocido”, del “Jesús olvidado”. Este fan escribió el famoso librillo desde Sudáfrica, país donde Rodríguez inspiró a los revolucionarios contra el apartheid y donde “toda familia de clase media ha tenido en su colección sus dos cd’s”, construyendo así un puente a través de ambos continentes que permite dar juego a la historia que desde ese punto se empieza a desarrollar: ¿Qué es de la vida de Sixto Rodríguez? ¿Está vivo?

Hay una escena que resume perfectamente lo que es ‘Searching for Sugar Man’: Rodríguez camina, da pasos sin ninguna prisa, pasos que claramente han sido señalados por un director o un productor. Señalados y no sugeridos, dictados y no “dirigidos”, pues Rodríguez va caminando por la nieve, casi dando tumbos, en vez de ir por la acera que se ve claramente si se presta atención desarraigándose del sentimiento lógico de sobrecogimiento al cual nos conduce (empuja) una de sus magnificas canciones que suena de fondo. 

Cada canción realmente contagia, gracias a letras que justifican la boleta y transmiten vida con un toque justo de rebeldía. Pero precisamente la disposición de la película por momentos nos hace sentir que estamos frente a un videoclip musical y no frente a un documental.



Rodríguez sigue paso a paso, camina entre la nieve, mientras el cielo luce esplendido con unas nubes como pintadas, justas para maravillar en medio del azul profundo. De fondo una Detroit que congela. Él va envuelto en negro, chompa, gafas, botas, sombrero, todo fundido en lo más oscuro de la paleta de colores.



Pero aún hay algo con un toque mayor de superficialidad. Retomo la idea que había dejado picando en los primeros párrafos: la del in crescendo absurdo. La primera parte del documental se nos engaña con una teoría, la cual se rompe con una irrupción descarada por una ventana… Un plano del que los mitos urbanos daban por desaparecido… (No, estoy luchando por no escribir ningún SPOILER, hasta ahora voy bien, así que no daré el correspondiente).

“Searching for Sugar Man” (“Buscando a Sugar Man” en su traducción al castellano) bajo una visión cruda deja la sensación que pocas veces se encuentra un documental con tantas imágenes de apoyo, filtros, montajes, testimonios guionados… Todos recursos que se suman como tomas falsas que quieren remembrar épocas pasadas desde la ilusión, esos si, siendo reforzados por una excelente banda sonora, en vez de documentos visuales serios que recreen la contundencia y credibilidad que debe asumirse en el genero.  El punto más alto de esa serie de “mentiras piadosas” (para nombrarlas de alguna manera y no ser tan duro con el guión milagroso) es cuando muestran la imagen de un supuesto periódico llamado “Cape News” que titula “Superstar Suicides”… ¿Qué programa de diseño habrán utilizado para ese supuesto periódico?

Emociona la escena del concierto en Sudáfrica: queda en la retina la concreción del “milagro” que se nos quiere contar, y a la mente llega contundente la frase “gracias por mantenerme vivo” del buen Rodríguez.

Otra frase que trasciende es la fastuosa “ahora díganselo a Estados Unidos", recogiendo uno de los valores más importantes del film, la critica a la industria discográfica. Aunque es más tenue de lo que pudo haber sido, se apunta un par de veces a esta fabrica de figuras antes que de música, sobre todo en la entrevista a Clarence Avant.

La película se vanagloria de ser una búsqueda a un artista fuera de categoría que murió gracias al olvido pero que vuelve triunfalmente de esa “muerte”.

Hoy la música de Rodríguez, aunque sea en Youtube, está representada por Sony Music, una disquera que históricamente ha jugado entre las dinámicas usuales de la industria, muy alejadas estas de los valores que profesa Rodríguez en el documental. Sony Music, sello que nació de la difunta RCA (Radio Corporation of America), hoy es dueño precisamente de esa marca registrada, RCA, la cual aparece como compañía discográfica de Rodríguez en varias de sus páginas web.

El mismo personaje al que no le interesa ganar dinero, según dice en la película, tiene varios conciertos programados a la vuelta de la esquina. Mientras el miércoles 9 octubre tiene que presentarse en el Barclays Center de Brooklyn, el jueves 10 octubre Sixto tocará en el Radio City Music Hall de New York. Debe ser un privilegio verlo en vivo, que bueno que el buen Rodríguez ahora esté más cercano a los escenarios y no tan metido como el ermitaño que se nos presenta al final que vive en Detroit y no sale de su casa.

(Inmediatamente mencionados estos elementos debo subrayar: no es mi intención al presentar estos hechos el cuestionar o juzgar a Sixto Rodríguez como un personaje perverso o algo por el estilo, mucho menos crucificarlo por dar conciertos o ser representado por una casa disquera que pueda potenciar su carrera, todo lo contrario, mi intención va más allá y sirve como herramienta para analizar una pieza cinematográfica, como lo termino de hacer en los siguientes párrafos finales)

“Searching for Sugar Man”, película distribuida por Sony Pictures, ratifica que hay pocas herramientas tan poderosas para construir héroes y mitos con tanta contundencia como lo hace el cine.

A la final, “Searching for Sugar Man” nos deja la pregunta: ¿éste es acaso un documental que critica a la industria musical pero que a la final termina siendo un trampolín para un artista más que una suma de méritos cinematográficos?

BONUS:

1 Sheryl Crown es productora ejecutiva de la película.
2 ¿La esposa de Rodríguez por qué no apareció en la película?
3 La magia del (buen) cine es que no crean al espectador tan tonto, o en su defecto, que logre atontarlo.
4 Me encantó la música de Rodríguez. En mi cabeza suena una y otra vez “I Wonder”. Preferí hablar de la película antes que de la música, porque precisamente de eso se trata el ejercicio de analizar una película, pero la música de este señor tiene pasajes de real grandeza. Po-e-ta.



I Wonder - Sixto Rodríguez

I wonder how many times you've been had
And I wonder how many plans have gone bad
I wonder how many times you had sex
And I wonder do you know who'll be next
I wonder I wonder wonder I do

I wonder about the love you can't find
And I wonder about the loneliness that's mine
I wonder how much going have you got
And I wonder about your friends that are not
I wonder I wonder wonder I do

I wonder about the tears in children's eyes
And I wonder about the soldier that dies
I wonder will this hatred ever end
I wonder and worry my friend
I wonder I wonder wonder don't you?

I wonder how many times you been had
And I wonder how many dreams have gone bad
I wonder how many times you had sex
And I wonder do you know who'll be next
I wonder I wonder wonder I do

jueves, 5 de septiembre de 2013

Por el deleite de un bosque sin senderos


Por: Eva María Pinto - @evamapi


Decidí empezar  con un clásico de amor, y ninguna película representa tan bien este género como Los Puentes de Madison. Confieso que la primera vez que la vi no la encontré emocionante, no me movió el piso para nada y no entendía como mi mamá terminaba llorando al ver esta película. Sin embargo y como suele pasar con muchas películas, cuando la volví a ver en otra etapa de mi vida entendí mejor la historia de un amor tan real pero a la vez tan imposible que sus protagonistas Meryl Streep y Clint Eastwood lograron trasmitir a la perfección.


Cuenta la historia de Francesca, una tradicional ama de casa que vive en Iowa en los años sesenta,  cuando conoce a un fotógrafo de National Geographic , Robert, que viaja a tomar unas fotos de los puentes de la zona para la Revista.

En ese momento su esposo y dos hijos están viajando, y este encuentro se convierte en el mejor episodio de su vida. Viven cuatro días llenos de emociones que devuelven la vitalidad a Francesca y quedan grabados en su memoria para siempre, sacándola de la rutina y brindándole la oportunidad de conocer un amor verdadero, de esos que duran para toda la vida.

Sin embargo, a la llegada de su esposo y sus hijos a la realidad que conoce,  la hace poner los pies en la tierra y toma la decisión de dejar ir a Robert, su amor verdadero para continuar con su vida de mamá y esposa.

Esta decisión no se entiende fácilmente ya que entre los dos viven una conexión única. Un amor que ambos comparten y expresan a través de escenas de la vida cotidiana que logran parecer como las más elaboradas ante sus miradas y esos momentos que viven juntos.

El guión está basado en “The Bridges of Madison County”, novela de Robert James Waller, y se caracteriza por sus frases inolvidables que describen los cuatro días que viven juntos y que cambian para siempre la vida de los dos, como esta por ejemplo:

“Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos... Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya”


Claramente las mujeres que ven esta película terminan llorando, me incluyo y algunos hombres se les alcanza a entrecortar la voz. Y la verdad es que después de tanto tiempo, porque la última vez que vi esta película fue hace más de dos o tres años, sigo sin poder sacar de mi mente la escena final de Robert bajo la lluvia y la mirada de Francesca de despedida y resignación.

Y se viene a mi mente la dedicatoria que él le hace en el libro de fotografía unos años después:

Para F, por el deleite de un bosque sin senderos…