miércoles, 25 de septiembre de 2013

Portugal, mon amour (La Cage Dorée)

Estreno en Colombia: 4 de Octubre




Por: Eva María Pinto
@evamapi

El cine francés siempre me ha llamado la atención y aunque acepto que a veces algunas películas resultan demasiado lentas para mi gusto, existen ocasiones en que veo una que me llega al alma y la incluyo en mi lista de películas que toca comprar para verlas en la casa más de una vez, en compañía de la familia o alguien especial en un día en que tengamos ganas de sonreírle a la vida.

Esto me pasó recientemente cuando vi Portugal, mon amour. Una comedia que presenta una historia sencilla de una familia y de su cotidianidad, que es justo lo que la hace especial. Los Ribero, son una pareja de esposos que llegaron a Francia de Portugal buscando un futuro mejor para sus dos hijos. Se establecen en Paris y llevan viviendo casi 30 años en la planta baja del Edifico Haussman, la esposa cuida el edifico y su esposo es un capataz muy trabajador.


En un día cualquiera reciben una carta dónde les comunican que en Portugal los espera una casa, una fortuna y una vida extraordinaria debido a una herencia. Es entonces cuando deben tomar la decisión de dejar la vida que tienen en Paris y ver el regreso a su país natal como una determinación que les cambiará la vida no solo a ellos sino a todos los personajes que se han convertido en su familia en el día a día.

Es así como inicia la aventura donde sus seres queridos quienes no quieren que se vayan, hacen hasta lo imposible para retenerlos. Vemos  también cómo  en medio de la rutina el amor familiar prevalece a cada circunstancia, logrando hacernos sentir parte de su vida durante los 90 minutos que dura la película.

Personajes auténticos, que resultan cercanos y la dinámica de una verdadera familia son el resultado de este grupo de actores que a través de escenas cotidianas logran hacernos reír y ver el tema de la inmigración a Francia desde una perspectiva real que apela a las emociones y a nuestros propios valores.

Con esta película dirigida para toda la familia se garantiza no sólo pasar un buen rato sino disfrutar de un diálogo bien estructurado, donde ninguna escena sucede al azar aunque lo parezca y dónde la sencillez de una buena historia bien desarrollada se evidencia. No es una comedia que se ve fácilmente en las películas, así que vale la pena aprovecharla, disfrutarla y dejarse llevar por el momento.

Ruben Alves, no sólo dirigió la película sino que también escribió el guión, garantizando la autenticidad de la historia que quería contar  a través de personajes y situaciones donde fácilmente nos podemos ver reflejados de alguna manera. Como resultado consiguió un largometraje que hace homenaje a la vida de sus padres quienes también vinieron a Francia en la época de la inmigración en busca de un mañana más amigable para su familia.


Mi parte favorita es casi hacia el final,  la escena donde aparece el fado (música representativa portuguesa que surgió en la época dónde los hombres viajaban a conquistar el mundo y las mujeres quedaban solas lamentándose por sus maridos), cuya letra expresa el sentimiento de esa persona como una plegaria a Dios donde le dice que podría morir de cualquier forma y en cualquier sitio, pero que por favor le conceda morir donde nació, en Portugal.

La música, el sentimiento y la secuencia de esta parte traen consigo una nostalgia que representa el punto de desenlace de las historias que se han desarrollado con cada uno de los miembros de la familia y abre paso al gran final, confirmando una vez más que llega ese instante donde cada pieza del camino recorrido se acomoda de tal forma que da paso a la felicidad en el momento perfecto.

Esta película hace parte del 12 Festival de Cine Francés que se realiza en diferentes ciudades del país, la programación la pueden consultar en el siguiente enlace: 12 Festival de Cine Francés




No hay comentarios:

Publicar un comentario